Ya me tengo que marchar llanura pero no toda la vida
Yo volveré y are que nadie me impida
Regresar a mi terruño por el Arauca o arriba,
Visitando caserío con la brisa matutina.
Extrañare mi caballo, los aperos con la silla
Y por las noches la luna con las cabrillas por la tarde
Los garceros y el paso de las madrinas donde
cruzan los viajeros con toros de casta fina.
Adiós camino potreros y lejanía mi corazón va llorando
Llevo una profunda herida y en mi memoria,
he grabado recuerdos que me iluminan el croar de
los anfibios el bramar de una novilla y el retozar
de un potranco cuando cae una llovizna.
Cada vez que yo me alejo de mi llano, sueño con
sus maravillas
Y veo clarito el pescador por la orilla desenredando
un chinchorro
Cerquitica de ingarilla atrás del arribazón de
cotoro como mina
También veo en su sabana que el invierno se aproxima
los pajaritos
Las gaviotas cantarinas forman una algarabía disfrutan
de la neblina
Alegrando las mañana con sus melodías ladinas
Y me despierto con una nostalgia viva
con ganas de regresarme a mi tierra tan querida
que se me encabita el alma y me pega una fatiga,
me hace falta hasta el ordeño y labores campesinas
y los bailes del ayagua tocados por Néstor Lima.