Se ha quedado,
en mis pensamientos,
un bello recuerdo,
de una mujer tan buena,
que siempre rezaba,
para protegernos.
Repartía sus besos,
repartía sus llantos,
de aquellos momentos,
y hoy pasan los años,
y ella sigue siempre,
con sus sentimientos.
La recuerdo
tan altiva y bella,
dueña de mi ensueños,
queriendo como a nadie,
toda su ternura iba
repartiendo.
A eso pedacitos,
que dios le mandara,
para su alegría,
y hoy pasan los años,
y ella sigue siempre,
alumbrando el día.
A esa mujer, la bendigo,
por ser buena,
y por ser lo más grande,
del mundo,
a esa mujer, la venero,
porque fue la que
me dio la vida la quiero, (BIS)
Ha cambiado,
su pelo dorado,
por hilos de plata,
fue a repartir las mieles,
y las bendiciones,
por toda la casa,
a esa mujer buena,
a esa mujer bella,
yo quiero cantarle,
a la que venero,
y a la que bendigo,
ella es mi madre,.