Que vaina con el destino se puso viejo mi viejo,
Se acabó su juventud y hasta perdió los reflejos
Esos que le dieron fama de ser completo y parejo.
Fue un hombre que cuando joven era igualito a un conejo
Rápido y veloz pa' todo de muy buenos aparejos,
Bueno de a pie y de acaballo de sombrero y barbiquejo.
Ayer me dijo mi padre: este mundo es disparejo
Fíjese como es la vida “Que cuando uno llega a Viejo
Lo abandonan y lo botan pal cuarto de san Alejo
Y en vez de echar para al-lante vas pa' tras como un cangrejo”.
Así golpeao por la vida dijo: pero no me quejo,
Porque gracias a mi dios jamás fui un hombre pendejo
Hubo más de una patrona que le vacuné el ovejo,
Y más de una mamantona que cuerió en la punta del rejo.
Bajo el bambú de la casa, y se la pasa perplejo
Con un bastón en la mano, se queda pensando lejos,
Oyendo trinar de tarde arrendajos y azulejos.
Me duele mirarte así padre mío en ese complejo
Se me aguarapan los ojos y se me eriza el pellejo
Lo abrazo y digo: caramba “se puso viejo mi viejo.”
Aunque no me dejó plata padre mío yo no me quejo,
Me enseñaste a trabajar y a todo darle manejo
A ser un hombre cabal que con todo me acotejo,
Y aquellos buenos modales que a’onde voy no los dejo.
Padre mío te lo prometo que el día que te vayas lejos
Seguirás siendo mi sombra, mi amigo fiel y mi espejo,
Haré valer tu apellido y aquellos sabios consejos
Siempre viajarán conmigo hasta que también sea Viejo.
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