Una vez llegó a un parrando, un viejito encotizao
con sombrero pelo'e guama y el pantalón enrollao,
parecía del Casanare por su estampa y su parao
cargaba chimo del bueno y hablaba medio golpeao;
montaba un potro canelo que estaba recién trochado,
los arciones y los chumbos eran de rejo labrao,
un frasquito de creolina sobre la silla pegao
y en una chácara vieja traía un gallo colorao;
las damas una con otra comentaban secretiao
acerca del viejo criollo bailarín enamorao
se le veía en la mejilla el barbuquejo marcao
y entre mas sonaba el golpe bailaba mas chamarriao.
Viejo con el pelo blanco lleno de arrugas cuñao
pero con una garganta clarita como un carrao
pa' enamorar las mujeres un parlamento sobra'o
y saludaba a la gente cariñoso y palmoteao;
esa noche daba gusto ver al hombre emparrandao,
fue mucho el coplero bueno que se quedó arrinconao
cuando se paró en el arpa a cantar contra punteao
verso a verso, macho a macho, que viejo tan apretao.
Al otro día en la mañana todavía medio rascao
varilló el caballo en pelo y salió a'lante sobrao,
en la gallera gritaba "con mi gallo voy restiao"
jugó el culecon tres veces, tres veces ganó matao,
ese día el dueño del hato mandó a buscar un ganao
para hacer con los obreros un coleo improvisao,
el viejo se ganó el publico en un estribo guindao
arrevolcando los toros por la costa un alambrao.
A la hora del jaripeo todo el mundo quedó admirao,
viendo al viejo jineteando un padrote enchicuacao;
se le miraba el tierrero brincando remoliniao
lo aplaudían y le gritaban "eso si es llano cuñao"
el guapo de por allí estaba mal acostumbrao,
en toda fiesta peleaba y nunca le habían pegao
ahí fue cuando salió el dicho, "perro viejo late echao"
pues lo dejó en un rincón, dormido y ensangrentao.
Después de tantas hazañas, con el sol de los venaos
se despidió satisfecho y con el gallo pelao
llevaba vivo el recuerdo de aquel parrando nombrao
y en ancas de su caballo la mujer del encargao.