Mientras mi caballo abreva, veo tu rostro puro y tierno,
en el espejo del agua de la laguna en silencio,
donde una vez se rozaron nuestros labios con un beso.
Hoy sintiéndote lejana, mas te busco no te encuentro
mas te quiero mas te adoro, mas te añoro mas te siento
y mas se agolpa el amor en el crisol de mi pecho.
Tu crees que regresara? ansioso pregunto al viento
mientras a pie taciturno, sombrío y meditabundo
con mi caballo de diestro, siento que la luna llena
acompaña mi tormento. Y el reflejo diamantino
de un rayo de luz inquieto, en la punta de mi espuela
se va rayando el silencio, silencio que grita a voces,
cobijame llano abierto, devuélveme a mi muchacha
con la que sueño despierto, con la que pienso dormido
por la que lloro en silencio, a la que una noche turbia
ofendí sin fundamento, a la que pedí perdón
y se negó a concedérmelo.
En medio e´ tanta sabana, y tanto campo desierto,
me siento solo solito, me atropella su recuerdo,
y al compás del pasitrote, me voy componiendo un verso.
Quiero que me salga alegre, esperanzado contento,
pero que va camarita con el corazón deshecho,
tan solo brotan canciones de guayabo y de despecho.
Viendo que aún no regresa voy a soltar mi lamento,
que se estire como soga arrastrando mi congoja,
por el horizonte abierto, por donde se van mis penas
poco a poco, a paso lento, como gotas de llovizna
que a su paso deja el viento, regadas en la sabana
sin rumbo y sin fundamento, se aletarga mi esperanza
se agiganta mi tormento, tal vez mañana muchacha
la voz que se lleva el viento, me la devuelva un suspiro
de tu corazón inquieto, y podamos realizar
con amor y fundamento el sueño que construimos
amuñuñaos pecho a pecho.
