Aquí sonriendo a la vida
olvidaré las heridas,
que me causó un encontrón
volví por decir de broma,
para poner una coma
donde no había puntuación.
Y a lo largo del camino
cuantas cosas aprendí,
por lo menos que en el mundo
hay que aprender a sufrir,
hay que comerse las verdes
no es nada nuevo en la vida
es la premaduración
aquel que no haya sufrido,
no sabe lo que es belleza
ni entiende lo que es amor.
La tarde me sorprendió
frente a la estela silente,
conjugando el verbo amar
perdí cierto jugador,
porque en cuestiones de amor
es difícil acertar.
Y me fui con la corriente
sin dejarme sucumbir,
deshojando primaveras
habitante de un jardín,
cuanto soñar fantasías
mezclando noches y días,
curtido de inmensidad
olvido y sigo queriendo,
la razón no la comprendo
porque yo no sé olvidar.