Créame señor luez soy inocente
no existe una razón para mentir,
le juro que fue una circunstancia
las cuales no se pueden evadir.
Yo iba lento por la carretera
sin una idea de quien pudiera venir,
pasaditas las siete de la noche
de aquella noche tan dura y tan febril.
Y en una semicurva del camino
quién andaria rondando por allí,
la muerte con sus ansias implacables
tendía su emboscada para mí.
Perdí el conocimiento en el instante
y mi ayudante tuvo que conducir,
sangrante por las múltiples heridas
me detuve sin salir de mi carril.
Créame señor juez soy inocente
quien quiere sin razón a otro matar,
le juro que mi único delito
fue haber estado presente en el lugar.
Jamás había tenido algún problema
la vida se me va solo en cantar,
les pido a los dolientes comprensión
resignación y también conformídad.
Y a usted su señoria lo que decida
pues es usted quién debe sentenciar,
las leyes son de Dios para los hombres
y al culpable se debe castigar.
La vida es una escuela muy estricta
por donde todos tenemos que pasar,
alli se adquiere el titulo más grande
solo hace falta sabérselo ganar.
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