Solicito un corazón
pletórico de cariño
que me trate como a un niño,
que me de su comprensión
eso si tenga valor,
para aceptar que soy humano
con muy poco lado sano
pero al fin un hijo de dios.
Yo los defectos de quien quiero no los veo
no le encuentro nada feo,
para mi todo es hermoso
y me sentiría orgullosa,
si en sus ojos me recreo.
El que ha de ser mi querer
tiene que ser bien sencillo,
para que otra maravilla,
¿para que una maravilla
que no me sabrá entender?
que no sufra de altivez,
dispuesto a darme su mano
que el corazón en la mano
de mi parte de daré.
No soy perfecta
ni de la verdad soy dueña,
soy tan solo quien se empeña
en buscar felicidad,
no parare hasta encontrar
al gran amor de mi vida.