El beso que me ofreciste
me lo debes todavía
pensaste que olvidaría
aquella tarde soleada
que en la manga de Zaraza
un besito me ofreciste. (bis)
Que un toro te tumbaría
así te lo prometí
fíjate que yo si cumplí
la promesa de tumbarlo
pero el beso de tus labios
otro lo obtuvo por mi
la tarde llego a su fin
el sol se oculto en silencio
el camino polvoriento
me sirvió de compañía
pensando yo que algún día
me pagarías ese beso
El beso que me negaste
otra me lo dio con creces
y hasta le guardo intereses
en el banco del cariño
por cada toro un besito
y al dármelo me estremecen
Si alguna vez se te ofrece
que te brinde otra coleada
con tus palabras gastadas
no me ofrezcas nada tuyo
como amigo te lo tumbo
frente al palco de los jueces
por amor tu no mereces
una coleada efectiva
yo que me arriesgué la vida
por complacer tus caprichos
hoy tengo muchos besitos
y esos si me pertenecen