I
AAAAAAAAAAAAAAA….
Y el joropo que les canto propio de la tierra mía
emprendió su vuelo un día
el rojo sol veranero, sobre el morichal salía
dándole un destello al sendero, de verso y copla curtia
y halla en la costa del caño el monte se estremecía
cantaron las guacharacas, porque un coplero nacía
por cierto un 11 de enero fecha que no olvidaría
ese día por la mañana, la brisa se detenía
para dejar entre el rancho la purita melodía
la canción de la sabana, con mucha policromía
y mi viejo en el corral, tranquilito se reía
porque ya tenía un muchacho, que el canto defendería
uno a uno los vecinos rápido se reunían
que es muy lindo el muchachito, yo dije que hipocresía
en lo que no se pelaron fue que mucho no crecía
pero me creo otra vaina, una inspiración pulía
pa defender mi joropo de noche y todos los días
y ojala que me lo toques pa que vean la algarabía
la mujer que a mí me guste, le voy a dar la medía
una cintura de avispa una mirada encendia
estampa de palma real, pero de esa bien crecida
para subirme al cogollo, mas nunca me bajaría
a ella le gusta el joropo, emprendedora y sufrida
que el campo se lo primero, y con el comprometia
y que respete a su esposo como en un tiempo se hacia
abra que mandarla hacer no se consigue hoy en día.
II
AAAAAAAAAAAAAAA….
De esta forma mi joropo su rumbo lo tomaría
siempre mirando adelante, con un lucero de guía
entre triunfos y fracasos, pero siempre en la porfía
y un positivo pensar, esa es mi filosofía
que importa que se oscurezca, mañana será otro día
lo que tengo es aguante, pa soportar sacudías
corazones que me hieren sin compasión ni media
cuando ya me estoy sanando, otra lastima mi herida
mi dolor lo voy regando, por ahí en las travesías
entre parrando y parrando, voy maquillando alegrías
con mi joropo de siempre que el no me abandonaría
lo llevo dentro del pecho, entre las venas metías
la voz de mi soledad, mi suspiro mi comia
con el hemos recorrido, pueblo y sabanas baldías
el Arauca por ejemplo me ha dado lo que quería
el Vichada por entero Primavera y Rosalía
Puerto Carreño lejano, tengo una chica escondia
Villavicencio y el Meta paren la oreja enseguia
y llevo el corazón, mis cantares mi armonía
Guaviare cuanto te quiero, les dejo mi poesía
escucha mi Casanare, es mi tierra prefería
me tendrán en cuerpo y alma, cantando con gallardía
en ustedes yo confió, plenamente lo diría
como creo en Jesucristo, junto a la virgen maría
yo creo en nuestro padre y en final de los días.